Comprar vivienda nueva o vivienda usada?

¿Has llegado a ese punto de tu vida donde quieres invertir y una de tus posibilidades es hacerlo en vivienda? Seguro que la mayor duda que te asalta es: ¿Qué debo hacer? ¿Comprar una vivienda nueva para estrenar o comprar una vivienda usada y acondicionarla?

La respuesta depende de tu bolsillo, tus expectativas y tus necesidades.  Cualquiera de las dos opciones puede llegar a ser la mejor para ti, sin embargo al no tener claro lo que realmente quieres, puedes encontrarte perdido entre muchas ofertas que te confunden.  Hoy te daré algunas pautas que te ayudarán a tomar una decisión:

EL PRECIO:

Vivienda Nueva: La vivienda nueva te puede costar desde un 20% o hasta un 40% o más, que una vivienda usada y tendrás que tener paciencia para poder ocuparla.

Una opción podría ser comprar sobre planos.  La gran ventaja es que el precio que negocies con el constructor en el momento de la compra, se mantendrá hasta que finalice el proyecto y te entreguen tu vivienda.  Tu piso se valorizará en el tiempo de su construcción y tendrás un mayor plazo para pagar.

Otra opción podría ser construir tu propia vivienda.  Todo quedaría a tu gusto y completamente ajustado a tus necesidades; sin embargo debes estar dispuesto a sumergirte en todo lo que implica la construcción de una vivienda y buscar la compañía permanente de un profesional que te asesore y te ayude a tomar las mejores decisiones.

Vivienda Usada: Si compras una vivienda de 3 o 5 años de antigüedad, no vas a tener mayor ahorro en su precio con relación a una nueva.  Sin embargo una vivienda de 7 o 15 años puede darte un ahorro hasta del 20%, y una de más de 20 años podría ahorrarte hasta un 40%.  Siempre es más fácil negociar el precio de una edificación usada.

Comprar este tipo de vivienda sería tu primera inversión; pero además de esto es importante que tengas disponible el dinero suficiente para adecuarla a tus necesidades.  Puedes necesitar mejorar los acabados, o mejorar la cocina, o los baños, o darle una mano de pintura, o ampliar algunos espacios, etc.  Aunque también es verdad que estos son gastos que puedes realizar más adelante.

LA UBICACION:

Vivienda Nueva y Vivienda Usada: Puedes encontrar los dos tipos de ofertas en cualquier punto de la ciudad.

Para priorizar los sectores, piensa en cuales aspectos tienen mayor importancia para ti:

1) La seguridad que te ofrece el sector.
2) El tráfico.
3) La facilidad para tomar transporte y moverte rápidamente a cualquier punto de la ciudad.
4) La cercanía a supermercados, restaurantes, droguerías, hospitales, colegios, comercios, etc.
5) Las vistas y la tranquilidad que te ofrecen esas vistas.

Todos estos aspectos también valorizarán tu inversión.

LAS DIMENSIONES:

Vivienda Nueva: Las áreas de las viviendas nuevas suelen oscilar entre los 40 m2 y los 120 m2, y varían dependiendo de la cantidad de habitaciones que tenga el diseño y del estrato donde se ubique la edificación.  Muchas veces las áreas son reducidas pero muy eficientes, lo que te hará percibir los espacios más amplios de lo que realmente son.

Vivienda Usada: Hace unos 10 años atrás, las áreas de los espacios eran mucho más generosas.  En las viviendas usadas puedes llegar a conseguir hasta un 30% de áreas más amplias que las que encuentras hoy en día.

EL ASPECTO LEGAL:

Vivienda Nueva: Siempre puedes correr el riesgo de dar con un constructor que no cumple con los tiempos y sus promesas, o que nunca termine la obra.  Antes de cerrar el negocio, debes investigar minuciosamente a la persona o a la empresa oferente, de esta manera reducirás los riesgos de tu inversión.

Una vez estés seguro de que puedes confiar, asegura el trato y sus condiciones con la firma de un contrato de promesa de venta. Este contrato debe estar detallado en todos los aspectos y condiciones del acuerdo: datos de la vivienda y sus especificaciones técnicas de diseño y construcción, los tiempos para los pagos, los tiempos para la entrega, las garantías, y las penalizaciones en caso de incumplimiento de cualquiera de las partes.

Vivienda Usada: En este tipo de vivienda también es muy importante investigar tanto al propietario como al predio, antes de hacer la inversión.

El paso más importante es que saques el certificado de tradición y libertad.  En él podrás verificar la dirección exacta del predio, el área, sus linderos, el nombre del propietario actual y de todos los propietarios que ha tenido el predio, el número de las escrituras con las cuales se han hecho las ventas, el historial de hipotecas o embargos si los ha tenido, si posee afectaciones o gravámenes que impidan su libre destinación, etc.

Después puedes investigar las escrituras y cerciorarte de que todo coincida y esté en orden.  Y finalmente es aconsejable pedir algunas referencias de la persona con la que vas a realizar el contrato.

DISEÑO Y CONSTRUCCION:

Vivienda Nueva: La arquitectura de este tipo de viviendas es 100% vanguardista.  Los constructores suelen utilizar diseños, colores y materiales de última tendencia, al igual que tecnologías estructurales, técnicas y sostenibles de última generación que le proporcionan mayor seguridad, calidad y confort a los espacios.

Vivienda Usada: Este tipo de viviendas suelen tener una arquitectura antigua y poco atractiva si la comparas con la amplia variedad de posibilidades que ofrece el mercado.  La tecnología no suele estar incluida en este tipo de viviendas.

Más que preocuparte por la antigüedad que pueda tener la vivienda es muy importante que sepas la vida útil que aún le queda.

MANTENIMIENTO E IMPUESTOS:

Vivienda Nueva: Estas viviendas suelen necesitar muy poco mantenimiento por lo menos por los primeros 10 años.  En algunos casos se pueden presentar fisuras por los asentamientos normales de la estructura o imperfecciones conocidas como vicios ocultos, sin embargo estos pequeños problemas suelen estar cubiertos por la garantía que te ofrece el contrato de compra venta.  Los impuestos suelen ser más elevados por considerarse viviendas más valorizadas.

Vivienda Usada: El análisis inicial que le hagas a la vivienda con un profesional, es fundamental para que determines el estado real de la misma, la cantidad de reparaciones que necesita y el presupuesto que esto te implicará.

El ahorro inicial en la compra, puedes terminar gastándotelo en las reparaciones, inclusive estas podrían terminar siendo más costosas de lo esperado.  Si los daños son muy grandes es mejor que no inviertas en la vivienda.

Para tomar la mejor decisión date tu tiempo, analiza detenida y tranquilamente tus prioridades y compáralas con la variedad de ofertas que encuentres en el mercado (busca varias opciones, no te quedes con una sola).

Haz las visitas a los inmuebles en compañía de un profesional en el diseño y la construcción, pídele que te ayude a estudiar las ventajas y desventajas de cada uno y a sacar las conclusiones técnicas y financieras que te sirvan para presupuestarte y decidirte por la mejor inversión para ti.

Y si tardas un poco más de lo esperado no te desanimes, recuerda que todo lo que vale la pena necesita paciencia y actitud.

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